jueves, 21 de mayo de 2009

LA FIERA

Con sus poderosas fauces
Fue triturándolo todo,
Poco a poco fue masticando
Y mientras lo hacia
Sentía el crujir de la dignidad,
Que seguía, a la mordida cercenadora
Humillantemente lo devoraba,
Nada quedaba ya.

Trago lo poco que quedaba
Y fue por gula
Solo lo hizo por demostrar su poder
Para inflar su vanidad

Su boca se abrió nuevamente
Y solo fue para expulsar
Lo anteriormente masticado
Vomito…
Lo poco que quedaba de ese ser.

Esbozo una tierna sonrisa
Con sus labios de pétalos de rosa
Sus ojos se iluminaron
Como los dos primeros luceros del firmamento
En una calurosa noche de verano
Y miro de manera picara
Al bagazo en el que quedo convertido
Ese pobre diablo.

No lo mato por completo
Lo dejo medio vivir
La fiera no lo quería muerto totalmente
Sencillamente no lo quería.

Lo necesitaba vivo
Solo eso necesitaba
Esperaría su recuperación
Lo necesitaba medianamente restablecido.

La fiera sabia que cuando estuviese en pie
Ella nuevamente lo podría cazar una y otra vez
Así que se tomaría el tiempo para sanarlo
Para lamer sus heridas
En su lecho le diría al oído palabras sanadoras
Dulces frases que mitiguen su dolor.

El se recuperara pronto
Su corazón es fuerte pero su mente es torpe
La fiera de eso se aprovecha
Y por eso lo mantiene allí,
A su lado,
Para que siga siendo el alimento de su vanidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario